El Educatorium de Utrecht es la demostración, de parte de un gran experimentador como Rem Koolhaas, de la posibilidad de combinar la búsqueda formal con un programa de sostenibilidad ambiental del edificio.
El Educatorium une los dos edificios ya existentes, construidos en los años sesenta, con una arquitectura híbrida de cristal y acero, seccionada por una cinta de cemento cuyas líneas reflejan las trayectorias de la vida estudiantil y determinan los diferentes espacios funcionales.
El edificio se extiende por 11.000 m2 e incluye dos teatros-salas conferencias, tres aulas para exámenes, algunas salas de estudio y un comedor.
Al igual que una ondulante ola, la planta baja se eleva a través de la construcción y retrocede a crear un bombeo a lo largo de la fachada oeste. Desafiando la convencional geometría cartesiana, esta ola de concreto es el principal dispositivo de organización del Educatorium , que encierra salones de clase. Las salas de examen figuran de una forma más convencional . Alrededor de estos grandes volúmenes estáticos, dos corredores de intersección cruciforme definen los ejes principales de circulación.
TECNOLOGIA: Para el estudio de la sostenibilidad del proyecto, Koolhaas ha contado con la colaboración del arquitecto Cristophe Cornubert, (OMA) especializado en las alternativas sostenibles para la eliminación de materiales nocivos para el medio ambiente.
Los dos arquitectos han realizado un edificio que quiere reducir el consumo de energía y la emisión de bióxido de carbono, y proporcionar a los interiores unas buenas condiciones visuales y térmicas a través del control de la iluminación natural y del sistema de calefacción-climatización.
Para reducir al mínimo las dispersiones y el consumo de energía, en las fachadas norte y oeste, se han realizado unas amplias superficies acristaladas aislantes que garantizan una incidencia ideal de los rayos solares, con lo que permiten la acumulación de calor por efecto invernadero y el ahorro de energía eléctrica para la iluminación.
En las salas de estudio, el sistema de iluminación natural es el ideal gracias al uso de ventanas bajas para la visión y ventanas altas para la iluminación. Éstas últimas conducen los rayos luminosos hacia el techo de color claro que refleja la luz, y la potencia hacia las mesas de lectura.
En verano, la fachada este, que también está completamente acristalada, recibe la sombra de unos grandes árboles, mientras la sur dispone de un sistema mixto de pantallas semiautomáticas que dejan filtrar la luz de forma diferente en función de los usos internos.
La arcada de cobertura de los teatros-salas conferencias, generada por la curva de la cinta de cemento que secciona el edificio, es interesante no sólo desde un punto de vista compositivo sino también desde el enfoque de la construcción sostenible: su extradós está cubierto con césped que garantiza un mayor aislamiento térmico y acústico de los interiores y ofrece un agradable "panorama verde" a las salas de estudio que dan sobre el mismo.
La elección de dejar la estructura de cemento a la vista y el hecho de usar una menor cantidad de este material, realizando un grosor de 20 cm en vez de 60 cm, otorgan una estética propia al edificio y confirman que la construcción sostenible puede ser sinónimo de buena arquitectura.
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